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Foto del escritorRuda&Vegana

Cebollas Lacto-fermentadas

Durante las últimas semanas seguramente habrás escuchado en diferentes medios sobre  la importancia de reforzar nuestro sistema inmunológico como una forma de protegernos contra el Covid-19. Seguir una dieta saludable y lo más natural posible, reducir el estrés, tomar sol, hacer ejercicio moderado y evitar las sustancias tóxicas, son sólo algunas de las herramientas que tenemos para subir nuestras defensas y tener un sistema inmunológico capaz de defendernos.

Nuestro inmunitario es una compleja red de células, órganos y tejidos que trabajan en conjunto para defendernos de los microorganismos y sustancias tóxicas que podrían enfermarnos (hongos, parásitos, virus y bacterias), que están presentes en el mundo que nos rodea. 

Cuando nuestro cuerpo se topa con un patógeno, (un microorganismo capaz de producir enfermedad, como es el caso del coronavirus) el sistema inmunológico produce una respuesta atacando al invasor.


Gran parte de nuestro sistema inmunológico se encuentra en nuestro intestino (80% del sistema inmunológico está en el intestino), es por eso que nuestra alimentación juega un rol súper importante. Dentro del grupo de alimentos que deberíamos incluir para tener una buena salud intestinal y un sistema inmunológico fuerte, se encuentran los alimentos fermentados



Es por eso que hoy les quiero compartir mi receta de las cebollas lacto fermentadas. Al fermentar las cebollas, potenciamos sus propiedades, (antibióticas, antioxidantes, buena fuente de vitamina C, antisépticas), y las convertimos en un alimento probiótico lleno de microorganismos benéficos para nuestra microbiota intestinal.


La receta es súper sencilla y no requiere de muchos ingredientes, pero como todo fermento necesita tiempo, temperatura y paciencia. Fermentar también es una forma de resistencia. 


INGREDIENTES


3 Cebollas redondas grandes (yo usé morada, pero puedes usar blanca)

1 litro de agua filtrada (debe ser agua sin cloro)

30 g de sal integral (sal marina, sal del Himalaya, sal de roca, no uses sal refinada)

Pimienta en grano, semillas de hinojo, hojas de laurel, dos dientes de ajo. (Aquí puedes dejar volar tu imaginación y usar las especias que más te gusten o que tengas en tu cocina.


Necesitas un frasco con capacidad de un litro o más y que sus tapas no sean de metal, si sólo tienes con tapa metálica, puedes usar una bolsa o un flitro de café para poner entre la tapa y el frasco.


PREPARACIÓN


Prepara una salmuera al 3 %, para lo cual debes disolver los 30g de sal en 1 litro de agua.

Corta las cebollas en julianas de 3-4 mm aproximadamente.

Pon en los frascos limpios y esterilizados las hojas de laurel, los ajos, la pimienta y las semillas de hinojo.

Llena los frascos con las cebollas cortadas, tratando de comprimirlas lo que más puedas, y deja un espacio de unos 3cm entre las cebollas y el borde del frasco.


Agrega la salmuera hasta cubrir bien todas las cebollas, dejando un espacio de 2-3 cm entre el líquido y la tapa.


Cierra los frascos y déjalos en un lugar de tu cocina en el que no tenga la luz directa del sol.

Déjalas fermentar entre 5 y 8 días apróximadamente, también puedes dejarlas más días, las cebollas se pondrán más ácidas si las dejas más días.

Recuerda revisar tus frascos todos los días durante la fermentación, abriéndolos para liberar el gas que se produce y para asegurarte de que las cebollas se encuentren bajo la salmuera.

Una vez pasado el tiempo de fermentación, guárdalas en la nevera, las cebollas seguirán fermentando, pero de manera mucho más lenta.

Las puedes usar como acompañamiento de tus sandwiches, en ensaladas, sobre las sopas, o solas.

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